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Identidad, servicio y ahorro: los pilares de este negocio brillante

by | Ago 9, 2025 | Historias más recientes sobre las JEFAS

Blanca Ponce Domínguez, propietaria de B's Everlasting Permanent Jewelry. Foto de Jasmin Adriana González, JEFAS Magazine


Blanca Ponce Domínguez, propietaria de B’s Everlasting Permanent Jewelry. Foto de Jasmin Adriana González, JEFAS Magazine

Por Samantha Mesa

Elegancia sin esfuerzo. Belleza atemporal. Eso es lo que Blanca Ponce Domínguez busca ofrecer a sus clientas a través de B’s Everlasting Permanent Jewelry, una empresa nacida del amor por el glamour sencillo y duradero.

“Recibí mi primera pulsera y collar de joyería permanente hace más de tres años, y me encantó la sensación al ver mi muñeca durante el día. Me encanta cómo me hace sentir”, cuenta. “¿Te imaginas cómo puede hacer sentir a los demás?”

Esa sensación la inspiró a comprar un equipo de soldadura, capacitarse y lanzarse por completo. Fundó B’s Everlasting Permanent Jewelry en octubre de 2022. Sin préstamos ni subvenciones, invirtió sus propios ahorros. Su objetivo: llevar la alegría de usar joyería deslumbrante y sin mantenimiento a sus clientas.

Domínguez, de ascendencia mexicoamericana, creció en Iowa y dirige su negocio en Council Bluffs. Viaja hasta Lincoln, Nebraska, para participar en eventos emergentes junto a su esposo, quien además es su mayor apoyo.

El arte de la joyería permanente

Domínguez ajusta cada pieza a la medida de su clienta y la suelda para que sea duradera y apta para el uso diario.

Al estar soldadas, estas joyas no tienen broches. Las pulseras, tobilleras, collares y brazaletes sin costuras no se caen ni se enredan en el cabello. Todas las piezas están elaboradas con oro, oro rosa y plata esterlina.

Más allá del brillo, dirigir un negocio exige fortaleza, especialmente siendo una empresa propiedad de una latina en el Medio Oeste. Domínguez explica que, aunque la joyería ha sido una fuente de alegría y consuelo para ella, crear una empresa desde cero también ha traído frustraciones. Encontrar inversionistas ha sido un desafío.

“Hay muchos negocios que ofrecen consultorías, pero cobran cantidades impresionantes”, comparte. “Es difícil encontrar proveedores mayoristas que sean honestos con los materiales de sus metales. Afortunadamente, ya cuento con un pequeño grupo de mayoristas en los que confío.”

Identidad y cultura como fortalezas

Más allá de los retos empresariales, Domínguez también enfrenta la dinámica de ser una mujer mestiza atendiendo a una clientela diversa. Le han dicho que no es lo suficientemente hispana para pertenecer a sus raíces latinas, ni lo suficientemente blanca para ser aceptada en la comunidad caucásica.

“Mi mamá es mitad blanca y mitad hispana. Su mamá nació aquí, pero sus abuelos nacieron en Michoacán, México. Mi papá es de Durango, nació y creció allá.” Criada en un hogar mixto, no creció hablando español, pero se ha esforzado por aprender el idioma como adulta. Además de dirigir su negocio, siente pasión por utilizar su español para ayudar a personas necesitadas.

Colabora como intérprete en el programa WIC (Mujeres, Infantes y Niños). “Cuando traduzco para las familias, les digo: ‘Mi español no es el mejor’. Y ellas me responden: ‘Está bien, porque mi inglés tampoco lo es’”, comenta entre risas. Aun así, logran comunicarse, y esas experiencias la hacen sentirse realizada y más conectada con su cultura.

Estos intercambios le recuerdan la razón principal por la que se convirtió en emprendedora: marcar una diferencia en la vida de los demás.

Ser esposa, madre de tres hijos a tiempo completo y lanzar un negocio requiere mucha resiliencia. Servir a su comunidad y apoyarse en ella es fundamental. “Nuestro mundo está muy roto ahora mismo. Necesitamos más personas ahí afuera que simplemente apoyen a los demás.”

Desde la salud mental hasta las finanzas, anima a otras empresarias latinas a buscar ayuda. “No dejes que nadie te intimide. Nosotras tenemos que trabajar el doble. Vivimos en un mundo de hombres blancos, y nos miran diferente por el color de nuestra piel.” A otras latinas que transitan el camino del emprendimiento, les aconseja desarrollar filtros mentales para protegerse del negativismo: “Ignóralo. Concéntrate en lo que tú quieres y necesitas.”

Blanca Ponce Domínguez, propietaria de B's Everlasting Permanent Jewelry. Foto de Jasmin Adriana González, JEFAS Magazine


Blanca Ponce Domínguez, propietaria de B’s Everlasting Permanent Jewelry. Foto de Jasmin Adriana González, JEFAS Magazine

Vida saludable, negocio saludable

Su familia da prioridad tanto a la salud física como financiera. Hacen ejercicio juntos en el garaje de su casa y salen a caminar. En cuanto a las finanzas, Domínguez es igual de disciplinada. Ahorrar durante los meses con menos ingresos es fundamental. “He invertido al menos $20,000 en este negocio hasta ahora. Nunca sabes lo que puede pasar.”

Crear B’s Everlasting Permanent Jewelry le ha demostrado que elaborar joyería fina es más que un trabajo. Es una forma de honrar el legado familiar de integridad y creatividad, al tiempo que brinda alegría a las mujeres a quienes sirve. “Una pulsera de $75 puede sacarle una sonrisa a una mujer que está pasando por un mal momento. Nunca sabes por lo que alguien está atravesando”, reflexiona. “Si Dios me puso en esta tierra por una sola razón, sería para cuidar de mis hijos y enseñarles cómo debe ser una buena persona.”