Propietarios mexicanos, comida mediterránea: Rompiendo estereotipos en Des Moines

Verónica Peralta, propietaria del restaurante The Green Olive. Foto de Jennifer Marquez, JEFAS Magazine
Por Antonia Rivera
Mudarse puede ser estresante, pero también está lleno de oportunidades emocionantes. Verónica Peralta lo sabe bien: se ha mudado varias veces en busca de una vida mejor. En la década de 1990 se trasladó de México a California, donde vivió más de 20 años. Cuando sus hijos crecieron, eligió Des Moines, Iowa, para comenzar una nueva etapa y estar cerca de sus familiares que también se habían mudado a esa ciudad. Fue un salto de fe, pero era el momento de enfocarse, junto a su esposo, en sus propios sueños y bienestar.
Hoy, Peralta es dueña de dos restaurantes exitosos en el área de Des Moines, un camino inesperado que le ha enseñado tanto sobre romper con las expectativas culturales como sobre el mundo empresarial. Ahora, mientras enfrenta los retos del emprendimiento y convive con la fibromialgia, está aprendiendo su lección más valiosa: priorizar su salud.
Un recorrido culinario inesperado
Convertirse en jefa y abrir un restaurante mediterráneo como aquel del que su esposo se había jubilado no era parte de sus planes. “Nuestro sueño era abrir un restaurante mexicano y compartir nuestra cultura con Des Moines”, comenta Peralta. Pero el destino tenía otros planes.
El antiguo jefe de su esposo reconoció su potencial y se convirtió en su mentor. Gracias a la experiencia de Peralta en el sector de servicios y al conocimiento culinario de su esposo, especializado en cocina mediterránea, él creyó que podrían manejar un restaurante similar por cuenta propia.
Esa mentoría fue invaluable. Aprendieron el negocio paso a paso, guiados durante todo el proceso de apertura, como si replicaran el restaurante de California. En 2023, Peralta y su esposo inauguraron The Green Olive en Des Moines.
El concepto tuvo tanto éxito que, en 2024, abrieron una segunda sucursal en West Des Moines. Ahora, como el rostro visible de The Green Olive, Peralta comprende por qué su antiguo mentor confiaba tanto en ellos.
Rompiendo estereotipos y construyendo comunidad
“Nunca imaginé ser dueña de un negocio. Simplemente sucedió. Yo me encargo del área delantera del restaurante y él de la cocina. Formamos un gran equipo.” Pero el camino al éxito no ha sido fácil.
A veces resulta incómodo que una pareja mexicana dirija un restaurante que no ofrece comida mexicana. Algunos clientes se marchan al ver que el menú es mediterráneo. Les cuesta aceptar que una pareja mexicana pueda manejar un restaurante de una cultura diferente. Pero cuando eso ocurre, Peralta sale tras ellos, los invita a regresar y les pide que le den una oportunidad a The Green Olive.
“Aunque no es nuestra cultura, creemos que lo que compartimos a través de esta cocina va más allá de la buena comida”, afirma Peralta. “Amamos lo que hacemos y a la comunidad que nos ha rodeado. No nos parece extraño que, como latinos, hayamos salido de nuestra zona de confort para emprender este camino con un tipo distinto de restaurante.”
Para Peralta, el éxito va más allá de romper estereotipos. Para ella, una experiencia saludable no termina en el aderezo de limón, ajo y aceite de oliva que preparan cada día. Quien entre a cualquiera de sus locales puede esperar una sonrisa amable, una comida fresca y saludable, y un ambiente acogedor, incluso si son latinos escépticos que esperaban otro tipo de gastronomía. “Compartir algo nuevo con nuestra gente ha sido una alegría. Como latina, sé cuán resistentes podemos ser a probar cosas nuevas, pero cuando les hablo en su idioma, eso ha sido clave para que muchos prueben… y regresen como clientes frecuentes.” Su intención es que cada cliente se sienta como un invitado especial en su hogar.

Verónica Peralta, propietaria del restaurante The Green Olive. Foto de Jennifer Marquez, JEFAS Magazine
Priorizar la salud y el bienestar
Conforme el caos de iniciar y expandir un negocio exitoso comienza a disminuir y llega la estabilidad, Peralta piensa en lo que sigue. Con la misma determinación con la que llegó a Iowa persiguiendo un sueño, decidió que ahora era momento de prestarse atención. “Mi plan es priorizarme. Tengo fibromialgia. Si no me pongo en primer lugar, no voy a resistir”, explica.
La fibromialgia provoca dolores musculares. Las largas jornadas que demanda administrar un restaurante agravan esta condición. La fatiga y la depresión son síntomas frecuentes. Mantenerse activa ayuda a controlar el dolor, por eso Peralta está priorizando su salud física y mental.
Ha empezado a incorporar el yoga en su rutina diaria. “Es más amable con mi cuerpo y me permite meditar y desconectarme un momento del trabajo.” Cuando no puede hacer yoga, lee de cinco a diez minutos durante sus descansos para despejar la mente. También medita y ora. Está mejorando su alimentación, procurando hacer tres comidas al día y consumir refrigerios saludables entre ellas. Planea pasar tiempo con sus nietos, quienes le brindan alegría y la hacen sentirse joven.
Ser jefa es una tarea exigente, pero Peralta trabaja con dedicación para avanzar hacia un futuro lleno de nuevas posibilidades. “Tengo mucha responsabilidad sobre mis hombros. Eso me impulsa a seguir adelante, a no quedarme en casa y a no rendirme”, afirma. “Y también tengo tiempo de calidad para mí misma. Eso es lo que me permite continuar.” Su próximo capítulo no se trata de mudanzas ni de abrir más locales. Por fin puede desacelerar y disfrutar la vida que tanto le costó construir, cuidando de la persona que hizo todo posible.

