Por Christina Fernández-Morrow
Mientras veía a su padre luchar contra un cáncer poco común, María Rocha tomó una decisión que cambiaría su vida: construiría riqueza y cambiaría el rumbo de su existencia para poder tender una mano y ayudar a otros. Como la segunda más joven de diez hermanos, Rocha no es ajena al trabajo duro para sobresalir. Esto fue precisamente lo que la ayudó a pasar de abandonar la universidad cuatro veces a convertirse en una de las agentes inmobiliarias más productivas del estado, todo antes de cumplir cuarenta años.
Primeras lecciones de resiliencia
Después de mudarse a Iowa a los tres años, la familia se acomodó en una casa móvil. Durante la siguiente década, a medida que la familia crecía, el espacio se volvió más limitado. Cuando sus padres compraron su primera casa, justo detrás del parque de trailers donde vivían anteriormente, Rocha quedó asombrada por la esperanza que le dio tener espacio para estirarse. “Los vi trabajar en múltiples empleos, vivir al día. Fue una sensación increíble pasar de un trailer a casi 120 metros cuadrados de espacio”, recordó Rocha.
Un momento crucial en su nuevo hogar ocurrió mientras veía televisión. “Estaba viendo un programa de Barbie y la vi vestida con un traje, sosteniendo un maletín y usando un audífono para ir a trabajar. No recuerdo qué trabajo tenía, pero recuerdo que tenía un chófer, y eso despertó en mí la idea de que quería ser como ella”, compartió Rocha.
Hoy, ese sueño de la infancia se ha convertido en realidad. Rocha es una de las agentes inmobiliarias más productivas de Iowa. Fundó el primer equipo de bienes raíces compuesto entirely por latinas en el estado y ahora dirige su propio negocio de coaching, todo impulsado por la misión de ayudar a otros a alcanzar la independencia financiera y aprovechar su potencial.
Durante años, Rocha pensó que estaba en camino de lograrlo mientras avanzaba desde empaquetadora a cajera y luego a comunicaciones corporativas para Hy-Vee. Lamentablemente, alcanzó un techo laboral y comenzó a cuestionar qué le deparaba el futuro.
Pero la tragedia llegó cuando a su padre le diagnosticaron un cáncer poco común. Rocha añadió la tarea de traductora médica a sus deberes mientras ayudaba a su familia a navegar la enfermedad que finalmente le arrebató la vida. Fue una llamada de atención sobre lo corta que es la vida, y Rocha se sintió motivada a perseguir algo más grande.
Bienes raíces: un nuevo comienzo
“No sabía qué quería hacer, solo que necesitaba ganar mucho dinero porque sentía que, si tenía suficiente, quizás mi papá aún estaría aquí porque podríamos financiar la investigación para una cura”, dijo.
Hizo una búsqueda en Google y aprendió sobre cómo construir riqueza en bienes raíces. “No sabía nada sobre bienes raíces aparte de lo que veía en HGTV, que hacía parecer fácil la compra y renovación de casas, aunque aprendí de inmediato que no era así”, dijo con una risa.
Armada con conocimientos básicos, comenzó a hacer contactos. Usó redes sociales para comunicarse con los pocos contactos que tenía en la industria. Mientras tomaba café con Junior Ibarra, fundador de Ibarra Realty Group, Rocha se sintió intrigada por las oportunidades, especialmente con su experiencia en servicio al cliente y sus habilidades bilingües. Cambió su horario de trabajo para explorar la obtención de su licencia y aprender más sobre el negocio inmobiliario.
Lanzamiento de equipos pioneros
En 2017, Rocha dejó su trabajo de tiempo completo y poco después se unió al equipo de Ibarra, aprendiendo los detalles de las ventas, los contratos y el trabajo con clientes. “Los primeros años comencé a hacer coaching, lo cual amé. No tenía idea de que eso fuera una posibilidad”. Esa chispa eventualmente la llevó a su negocio actual, el Maria Rocha Group, donde no solo ayuda a clientes a comprar y vender propiedades, sino que también entrena a agentes inmobiliarios que desean hacer crecer su negocio.
A medida que las habilidades de Rocha crecieron, se separó para cofundar Team ELLLA, el primer equipo de bienes raíces integrado entirely por latinas, junto a colegas que conoció al inicio de su carrera inmobiliaria. Juntas, se abrieron un nombre a nivel estatal y nacional. A medida que el equipo crecía con nuevos agentes, revitalizó el deseo de Rocha de capacitar y liderar agentes. “Todos somos muy apasionados por ayudar a las personas a crecer y aprovechar su potencial”, dijo. El equipo rápidamente se convirtió en uno de los 250 mejores equipos reconocidos por la National Association of Real Estate Professionals, entre otros reconocimientos.
Coaching y empoderamiento a otros
Para 2025, con años de experiencia y éxito a sus espaldas, Rocha supo que era hora de desafiarse una vez más. “Llegué a un punto como latina, que había logrado mucho en la industria y en mi carrera, para apropiarme de lo que realmente se me da bien”, dijo. En julio, tomó la difícil decisión de dejar Team ELLLA para dedicarse a un negocio que le permitiera concentrarse en las partes que más le apasionaban. “Ha sido un viaje maravilloso entender lo que amo y lo que no amo, y cómo veo crecer esta visión”, dijo Rocha. “Ayudo a agentes independientes que quieren construir algo por sí mismos”.
Hoy, Rocha depende de asistentes virtuales para manejar tareas de marketing y administrativas mientras se concentra en lo que mejor hace: coaching y mentoría. “Estoy aprendiendo a delegar y soltar para poder enfocarme en el panorama general y ayudar a otras personas a hacer lo mismo”, dijo. Es una filosofía nacida de esa niña que vio a Barbie ir a trabajar con un traje y aprendió que, a veces, lo más poderoso que puedes hacer para prosperar es ayudar a otros a alcanzar su propia versión del éxito.
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