Gabrielle Vázquez JEFAS

Por Christina Fernández-Morrow

Gabrielle Vázquez alguna vez se desenvolvió en el exigente mundo legal de Nueva York, equilibrando expedientes judiciales con los retos de la vida en la gran ciudad. Hoy, lleva a su hija a la escuela entre amplios jardines, participa en la tradicional cultura de comidas compartidas de Iowa y enfrenta un nuevo desafío: convencer a los empresarios del estado de la importancia de contar con protecciones legales que, en la costa este, se consideran esenciales.

Una carrera en litigios empresariales

Durante casi dos décadas, Vázquez ha colaborado con propietarios de negocios, fundadores y abogados corporativos como especialista en litigios empresariales. Atiende casos de incumplimiento de contrato, desacuerdos entre socios y brinda asesoría empresarial, ayudando a sus clientes a hacer valer sus derechos, defenderse de reclamaciones y recuperar daños para proteger su integridad y estabilidad financiera.

“Cuando las cosas salen mal en los negocios, existen leyes que te protegen”, explicó Vázquez. “Iowa es único porque cuenta con un tribunal especializado en asuntos empresariales, al igual que Nueva York.”

Del éxito en Nueva York a la transición en Iowa

Vázquez inició su carrera en derecho en 2007 en Nueva York, donde se convirtió en socia de un despacho y consolidó su reputación como una de las principales abogadas litigantes de la ciudad. Tras casi dos décadas en un entorno altamente competitivo, la maternidad la motivó a buscar un ambiente más equilibrado para su familia. Tenía contactos en Iowa y descubrió que podía incorporarse al Colegio de Abogados del estado. Se mudó en 2019 y obtuvo su licencia en Iowa en 2020.

Vázquez aún tenía varios clientes en Nueva York con casos pendientes. Dado que los litigios pueden prolongarse durante años, le tomó tiempo poder aceptar nuevos clientes locales.

“Cuando obtuve mi licencia en Iowa, mi objetivo era comenzar a desarrollar mi propia práctica. Estoy emocionada por participar pronto en el Tribunal de Negocios de Iowa”, comentó.

La importancia de las protecciones legales en los negocios

Vázquez se sorprendió al descubrir que pocas empresas en Iowa recurren a recursos legales o judiciales cuando enfrentan disputas. “Quiero contribuir a la economía y al ámbito jurídico. El mundo de los litigios comerciales en Iowa tiene un gran potencial de crecimiento, desarrollo y expansión”, afirmó. “Las pequeñas empresas se beneficiarían enormemente al contar con abogados especializados. Hay muchas cosas que pueden hacerse de forma independiente, pero cuando se trata de acuerdos con otras partes, lo mejor es prevenir problemas mediante contratos sólidos y una buena asesoría legal desde el inicio, en lugar de esperar a que algo salga mal.”

Advierte que los procesos judiciales pueden superar los 100,000 dólares en costos, lo que lleva a algunas empresas a la quiebra o al cierre. Invertir una cantidad menor desde el principio en contratos bien redactados, estatutos o acuerdos operativos puede evitar esas pérdidas.

“Soy una asesora empresarial con conocimiento jurídico”, explicó Vázquez. “Participo desde las primeras etapas, conozco tu negocio y te ayudo a establecer las protecciones necesarias en tus contratos, estatutos o acuerdo operativo.”

Construyendo confianza como abogada latina

Aunque con frecuencia fue la única latina y la abogada más joven en los tribunales de Nueva York, Vázquez asegura que mudarse a Iowa también representó un cambio cultural importante. “En mi vida profesional no fue muy diferente de Nueva York”, señaló.

Lo que más la sorprendió fue descubrir que muchas empresas de Iowa —incluso algunas multimillonarias— operan durante años sin un solo contrato formal. “Eso me resulta impactante; hay mucho dinero en riesgo”, comentó.

A medida que el sector emprendedor de Iowa crece, Vázquez considera que la demanda de servicios legales también aumentará. “Las empresas tienen muchos requisitos al iniciar, y probablemente ese sea el único aspecto legal en el que piensan, pero hay mucho más allá de los permisos y las licencias que puede afectar su funcionamiento. Quiero que sepan que estoy aquí como un recurso”, afirmó.

Está comprometida con educar a los dueños de negocios, contratar personal y guiar a pasantes, al tiempo que garantiza que las comunidades latinas y de habla hispana también tengan acceso a sus servicios. “Soy bilingüe, mi lengua materna es el español, así que si no hablas inglés, eso no es una barrera”, añadió.

Protegiendo el futuro empresarial de Iowa

Así como Vázquez aprendió a disfrutar de la cultura de comidas compartidas de Iowa y del tradicional “sweet corn casserole”, ahora trabaja para ayudar a las empresas del estado a navegar el panorama legal. Para ella, no se trata solo de adaptarse a sus vecinos en Iowa, sino de proteger los medios de vida y fomentar un éxito económico duradero.